Kate Middleton diseñó hace más de una década para la misma firma con la que Meghan Markle ha creado su colección ‘lowcost’
Es cierto que Meghan Markle ha hecho historia al convertirse en la primera royal británica que diseña una colección de ropa para una firma británica. Pero ojo, que según acaba de descubrirse, no es la única mujer que hoy tiene acceso libre a Buckingham que alguna vez ha trabajado para Jigsaw, los grandes almacenes que han colaborado con la duquesa de Sussex para poner en marcha esta acción benéfica. Una con la que además un tiempo Meghan convivió en Kensington Palace.
Nos referimos, por no andarnos con más rodeos, a **Kate Middleton, que según acaba de descubrirse, trabajó hace más de diez años en el departamento de compras de esta gran marca británica**. Eso sí, mucho antes de que se supiera que algún día se convertiría en la mujer del futuro rey de Inglaterra, ya que cuando la actual duquesa de Cambridge ocupó este puesto solo era novia de Guillermo.
Según explica hoy People, Kate entró en 2006 a trabajar en las oficinas de Jigsaw, donde desempeñó el cargo de compradora de accesorios después de que se pusiera en contacto con Belle Robinson, fundadora de la empresa y amiga personal de los padres de Kate. Un enchufe necesario ya que por aquel entonces, debido a su relación, era complicado que Middleton pudiera encontrar trabajo en un entorno donde no fueran a molestarla por su vida sentimental.
“Kate se sentaba a charlar con el resto de empleados durante los descansos para comer. Pero con todos, no solo con los que estaban en la oficina. No era nada estirada”, llegó a declarar Belle Robinson sobre su protegida en una entrevista que concedió en 2008.
“Me impresionó mucho su actitud. Incluso había días en los que a la salida del trabajo había un montón de periodistas en la calle esperando para sacarle una foto. Yo le decía que podíamos salir por la puerta trasera, pero ella prefería que la fotografiaran porque así la dejaban de perseguir durante el resto del día”, explicaba.
La estancia de Kate en Jigsaw fue breve. En 2006, cuatro años antes de confirmarse su compromiso con Harry, dejó el puesto porque necesitaba “tiempo para ella misma”. Pero antes de irse tuvo tiempo para dejar su huella en la empresa, ya que al parecer llegó a diseñar un collar de plata que se vendía en las tiendas por 70 libras. Claro que por aquel entonces aquello no era sinónimo de superventas.
De haber sido ahora, cuando el efecto Kate provoca que cualquier prenda o accesorio que se ponga se agote en cuestión de horas, aquel collar habría sido un superventas. ¿Cuántas personas tendrán ahora mismo una de estas piezas en su joyero sin saber quién es su autora? O lo que es mejor, ¿cuántas harán el negocio de sus vidas poniendo estos collares a la venta en webs tipo eBay por varias veces su valor original?
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