Mako de Japón celebra su boda con Kei Komuro, su novio de la universidad

Japón se vestía de gala para celebrar una gran boda: la de la princesa Mako, sobrina del Emperador Naruhito y su novio de la universidad, Kei Komuro. Aunque el país se lo ha tomado con mucha alegría, realmente no se ha celebrado como una boda real en sí. Los funcionarios de la Agencia de la Casa Imperial han enviado los papeles al registro en el nombre de la pareja para evitarles mostrarse antes las cámaras y no dar lugar a más escenas polémicas.

Este romance ha sido de lo más sonado, y no con buenas palabras. Desde el principio la pareja ha estado en el ojo del huracán y han tenido que lidiar desde el principio con la adversidad por la mentalidad conservadora que impera en la sociedad nipona. El ya marido de Mako es un plebeyo, lo que obliga a la princesa a abandonar la Casa Imperial al casarse y perder así todos sus privilegios.

Los recién casados han querido hablar con la prensa en Hotel Grand Arc Hanzomon de Tokiopor primera vez como marido y mujer y sus vestimentas eran de lo más occidentales. La princesa Mako ha escogido un vestido azul celeste y él, un traje de raya diplomática y corbata. La princesa ha optado también por recogerse el pelo como estamos acostumbrados a verla.

Sentados en un estrado, sin apenas decoración ni flores, separados y sin mirarse en ningún momento han leído un discurso: «Siento los inconvenientes que he causado y estoy agradecida por el apoyo que he recibido. Para mí, Kei es irremplazable, el matrimonio era una opción necesaria para nosotros», se sinceraba Mako. Por su parte, Kei apoyaba a su mujer y desvelaba que quiere pasar toda la vida junto a la princesa: «Amo a Mako. Solo tenemos una vida y quiero pasarla con la persona que amo. Me siento muy triste de que Mako haya estado en malas condiciones mentales y físicas, debido a ciertas acusaciones falsas».

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