Cambio de casas: Harry y Meghan pierden Frogmore Cottage
Carlos III parece ser de esas personas que confían en la máxima de que la que venganza se sirve fría. A principios de año el príncipe Harry publicaba sus memorias, En la sombra, en las que no dejaba títere con cabeza con sus críticas a la familia real británica. Buckingham guardó silencio y ahora Carlos III ha respondido de la manera más contundente: pidiendo a Meghan y Harry que desalojen Frogmore Cottage, la única residencia que poseen en Reino Unido, y que será ocupada por el príncipe Andrés.
Frogmore Cottage, en Windsor, fue el hogar elegido por Meghan y Harry cuando estaban esperando a su primer hijo. La pareja quería huir de Londres y vivir en el campo a la hora de formar una familia. Para reformar la casa, invirtieron más de dos millones de euros. La casa estaba dividida en cinco apartamentos ocupados por personal de servicio del cercano castillo de Windsor y Meghan y Harry lo transformaron en una mansión moderna, con cinco habitaciones, sala para hacer yoga, invernadero y huerto ecológico.
El príncipe Andrés se queda con Frogmore Cottage, la casa de Meghan y Harry
Tras su marcha a California, los duques de Sussex alquilaron la propiedad a su prima, la princesa Eugenia de York, pero seguía siendo su cuartel general cuando iban a Reino Unido. De hecho, se alojaron aquí durante los funerales de Isabel II, y en esta casa conservan un gran número de pertenencias que tendrán que desalojar antes de verano, según indica el diario The Sun. Algo que, según la prensa británica, Meghan y Harry se han tomado como un castigo final muy cruel.
El nuevo inquilino de la casa será el príncipe Andrés. Y para él tampoco es una buena noticia. Tendrá que abandonar Royal Lodge, la casa en la que vivió la Reina Madre hasta su fallecimiento en 20o2 y que después ocupó él. Esta casa, que tiene siete dormitorios, grandes salones e incluso capilla propia, ha sido el hogar del príncipe Andrés y Sarah Ferguson hasta ahora, pues a pesar de estar separados viven bajo el mismo techo.
También ha sido el hogar ocasional de sus hijas. Por ejemplo, la princesa Eugenia se trasladó a esta residencia cuando nació su primer hijo, para estar más cerca de sus padres. E incluso fue en Royal Lodge donde Eugenia de York y Jack Brooksbank celebraron su banquete de boda.
El príncipe Andrés es uno de los ‘problemas heredados’ de Carlos III. El nuevo rey quiere invisibilizar en la medida de lo posible a su hermano Andrés, caído en desgracia por los escándalos sexuales. Y este cambio de casa se puede leer también en clave económica, pues Carlos III ha bajado la asignación a su hermano, por lo que mantener una residencia como Royal Lodge es más complicado con sus nuevos ingresos.
Royal Lodge: ¿la nueva casa de Kate y William?
Con la marcha del príncipe Andrés, se queda libre una de las joyas de la Corona. Esta casa de campo, que la Reina Madre amplió con dos alas laterales, dista mucho de la actual residencia de los príncipes de Gales, Adelaide Cottage, que solo cuenta con cuatro habitaciones. Royal Lodge tiene una residencia aparte para el personal de servicio, una piscina construida durante las reformas que llevó a cabo el príncipe Andrés, y unos majestuosos salones a la altura de la casa del príncipe heredero.
Royal Lodge se encuentra a solo 13 kilómetros de Adelaide Cottage, por lo que si Kate Middleton y el príncipe William se mudan aquí, sus hijos podrían continuar en el mismo colegio en el que se matricularon el pasado mes de septiembre, cuando se mudaron de Londres a Windsor, una mudanza que había sido planeada para pasar más tiempo junto a Isabel II y criar a los pequeños en el campo.
Además, cuenta con una de las edificaciones más curiosas de la monarquía británica, Y Bwthyn Bach, una casa de campo en miniatura que el pueblo de Gales regaló a Isabel II cuando cumplió seis años y donde la reina jugaba con su hermana Margarita. Ahora, esta preciosa casita podría ser el mejor lugar de juegos para George, Charlotte y Louis.
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