El 'vestido de novia' de Carlota Casiraghi en el Baile de la Rosa
Ha sido una de las vueltas más esperadas de la agenda real monegasca. Tras dos años sin poder celebrarse, el Baile de la Rosa ha abierto sus puertas con fuerzas renovadas y estilismos que nos han dejado absolutamente sin palabras. La gala, que fue creada por la princesa Grace Kelly para recaudar fondos con fines solidarios, ha contado con casi todos los miembros de la casa real de Mónaco a excepción de Estefanía de Mónaco y Charlène de Mónaco.
Una cita en la que las grandes protagonistas de la noche han sido Carolina de Mónaco, Carlota Casiraghi, Alexandra de Hannover, Tatiana Casiraghi y Beatrice Morromeo que han eclipsado la alfombra roja con sus estilismos.
Pero comencemos con Carlota Casiraghi y su declaración de amor absoluta a Chanel. La joven ha escogido un ‘vestido de novia’ compuesto por un top y una falda que pertenecen a la colección Haute Couture primavera-verano 2022. También llamó mucho la atención su peinado semi recogido a modo de trampantojo.
Su madre, Carolina de Mónaco, escogía un soberbio y discreto vestido con estampado marrón que combinó con chaqueta negra y collar largo.
Una elección que seguramente escogió para no hacer sombra al diseño por el que apostó su hija menor, Alexandra de Hannover, y con el que maravilló a todos. La joven se decantó por un vestido de tul con voluminosa falda en color blanco y rojo (los de la bandera de Mónaco) y que ha sido confeccionado por Giambattista Valli. La princesa Alexandra posó por primera vez en el photocall del Baile de la Rosa junto a su novio, Ben-Sylvester Strautmann, con el que lleva saliendo varios años.
En cuanto a las nueras de Carolina de Mónaco, Tatiana Santo Domingo dejó a un lado su espíritu más bohemio y apostó por un vestido dorado repleto de lentejuelas de la firma Temperley London, una de las favoritas de Kate Middleton.
Beatrice Borromeo, esposa de Pierre Casiraghi, escogió un diseño en color gris, sin mangas y de cuello alto, con un estampado de flores. Un diseño muy favorecedor con el que presumió de brazos tonificados. En cuanto al peinado recogió su melena en un espectacular moño alto.
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