Kate Middleton homenajea a Lady Di e Isabel II con sus joyas
Reino Unido sigue de luto por la muerte de Isabel II el pasado 8 de septiembre, y desde entonces no han dejado de sucederse actos oficiales y privados para honrar su memoria. De riguroso luto en todas las ocasiones, las joyas están siendo el medio por el cual Kate Middleton y el resto de mujeres de la familia real están rindiendo su particular homenaje a Isabel II. Y en su despedida en Westminster Hall, la nueva princesa de Gales ha evocado la memoria no solo de Isabel II sino también de Lady Di, con el broche y los pendientes que ha lucido.
Kate ha recuperado el broche de diamantes y hojas de perlas que perteneció a la difunta reina y que ha lucido sobre un abrigo negro entallado de Catherine Walker. Se trata de una pieza que Isabel II regaló a la entonces duquesa de Cambridge y que ella solo ha usado en una ocasión, en Bélgica en 2017. La joya, compuesta por tres hojas decoradas con una gran perla central rodeada de diamantes, es uno de los broches más desconocidos de la reina, pues apenas lo usó. Se la pudimos ver en Corea del Sur, en un viaje oficial que realizó en 1999.
No ha sido la única joya que ha llamado la atención en Kate Middleton. La princesa también ha recuperado dos piezas icónicas del joyero de Diana de Gales. Lo más llamativo han sido los pendientes Collingwood de perlas, un regalo de bodas de Diana de Gales que ella llevó en algunas de las ocasiones más importantes de su vida, como el día que inició su luna de miel o cuando Carlos de Inglaterra confesó su infidelidad.
Fueron los elegidos por Kate Middleton para posar en las fotos oficiales de su 40 cumpleaños realizadas por Paolo Roversi, y los ha vuelto a lucir en otra ocasión de gran significado: la despedida en Londres de los restos mortales de Isabel II.
Kate Middleton quiso hacer también un último guiño a las dos mujeres más importantes de la monarquía británica en el siglo XX, y lució la pulsera de perlas de tres vueltas que también perteneció a Diana de Gales. La pulsera llegó a Lady Di en 1988 y fue diseñada por Nigel Milne como parte de una colección de apoyo a Birthright, una organización benéfica británica que apoya a madres y bebés y de la que Diana era patrona.
Una pieza que Lady Di llevó junto a uno de sus looks más icónicos: el vestido «Elvis» de Catherine Walker que lució en Hong Kong y que la consagró como una de las referentes de estilo de la década de los años 90.
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