Las lágrimas de Lucía Dominguín en ‘Pesadilla en el paraíso’
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En Pesadilla en el paraíso la tensión ha ido creciendo. A pesar de la salida de Pipi Estrada, la tensión ha ido en escalada. Aunque Israel se encuentra de nuevo en El Refugio, el vidente ha comenzado a planificar su estrategia para poder librarse de la nominación nuevamente y arrastrar con él a los concursantes que él considera intocables entre los que se encuentra la gran cocinera de la granja: Lucía Dominguín. Y es que claro, «nadie va a nominar a quien te da de comer», por lo que ha elaborado una estrategia para echar de la granja a la encargada de la cocina.
Para poder llevarla a cabo, ha echado mano de la inesperada ayuda de Mónica Hoyos, único apoyo del capataz, Xavier Font, para «sacar a Lucía de la cocina». Así, Font ha hecho que Marco se encargara de la comida por un día haciendo estallar todo por los aires.
La situación ya empezaba a caldearse cuando Lucía echaba la bronca a Dani por abusar de la sal. «Hay poca y si queréis que la comida sepa bien y vaya con sal no os podéis echar lo que os dé la gana», tiraba de las orejas a su compañero primero y al resto después. «Claro, es que no sabemos cuándo se repone el qué», contestaba Nadia. «Yo sí lo sé, dejadme que lo organice y saldrá todo bien», respondía la hermana de Miguel Bosé quien comenzaba a tensionarse con sus compañeros justo antes de que el italiano le quitara el puesto de cocinera.
«Haz el plato a tu manera y a ver cómo te sale», le decía en broma mientras repartía los garbanzos en los 15 boles que se repartían y comenzaban a comer antes de que sonara la campana para avisar a todos los concursantes, algo que molestaba a Lucía quien, en medio de la bronca a sus compañeros vio como Marco cogía un bol. «Has cogido el que te ha dado la gana», le echaba en cara haciendo enfadar al italiano, «hazlo tú como quieras que yo no vuelvo», respondía a pesar de las constantes disculpas de Lucía.
Una tensión que hacía que Lucía rompiera a llorar minutos más tarde ante Gloria Camila y Juan Alfonso Milán. «Me duele. Es una responsabilidad que me ha puesto yo», confesaba la cocinera mientras se relajaba ante sus compañeros. «Al final esto es todo como una gran familia. Son como mis hijos, les pego una voz y se tranquilizan», confesaba más tarde ante las cámaras.
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