‘La promesa’, resumen de los capítulos 19 a 23, en La 1: ¿Casado a la fuerza?
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Esta semana, en La Promesa Alonso le contó a Cruz la propuesta del Duque de los Infantes: para acceder a la dote, Manuel deberá casarse con Jimena. Pero él tenía otros planes: después de pasar la noche poniendo a punto al avión, despegó a primera hora destino a la Copa de los Pedroches. No era consciente de la inquietud general que su ausencia generaría en La Promesa, preocupando a todos, incluso a Jana, que no entendía el motivo de su retraso y que temía que se debiera a la tormenta.
María Fernández trató de indagar sobre la llegada de Curro y la reacción de Rómulo le hizo pensar a Jana que el mayordomo sabía algo de la infancia del muchacho. Mientras, tras saber que Mauro sentía algo por Leonor, Teresa decidió ir a hablar con ella y aclararle que no se entrometería. Intentó mantenerse entera, pero se derrumbó ante Simona y Candela.
La atracción entre Jana y Manuel empezó a ser una cosa obvia. María Fernández se llevó las manos a la cabeza cuando comprendió que su amiga, la revolucionaria, estaba enamorada de un señorito andaluz. Cruz y Alonso sabían que, más pronto que tarde, iban a tener que comunicar a Manuel la propuesta del duque de los Infantes.
Jana le mostró todo su apoyo a Pía en tan duros momentos
Cuando sus indagaciones sobre la cocinera misteriosa llegaron a un callejón sin salida, Candela y Simona se decidieron a confiar el asunto a Rómulo. Semejante consulta no hizo sino alarmar aún más a las dos sirvientas. Además, el rumor de la bancarrota de los marqueses tenía algún fundamento, pero sobre todo lo había creado el orgullo herido de un envidioso. Cruz no tardó en averiguar quién era.
Jana consiguió estar frente al señorito Curro, pero este no la reconoció. María Fernández trató de serenar a Jana y le sugirió que buscase una mejor ocasión para quedarse con él a solas. A su vez,Candela y Simona encontraron unas empanadillas que eran de la cocinera misteriosa. Estaban deliciosas, como todo lo que cocina. Simona comenzó a investigar y logró hallar una mancha de sangre, que ella estimó que sería la pista definitiva.
Por otro lado, la marquesa siguió haciéndole desplantes a su sobrino Curro. Pero éste, inasequible al desaliento, no dejó de proponer planes nuevos. Sugirió ir al río y hacer un picnic mientras contemplaban la puesta de sol. A todos les pareció una magnífica idea menos a Cruz. Paralelamente, Jana decidió poner tierra de por medio entre ella y Manuel. Se había dado cuenta, siguiendo los consejos de María Fernández, de que una relación entre un señorito y una criada sólo podía acabar mal.
Días después, Jimena regresó a La Promesa, en un plan urdido por la marquesa que pilló a Manuel, totalmente de sorpresa. La chica le confirmó que sus padres insistían en que se casase con ella, a lo que este se opuso. Mientras tanto, Pía se debatía entre abortar o tener al hijo que esperaba y Jana le ofreció su apoyo para lo que fuera.
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