MCT: qué es, dónde encontrarlo y cuáles son sus beneficios

Su nombre, aceite MCT, nos dice más bien poco. De hecho, la idea de ingerir un alimento al que toca referirse mediante siglas no suena muy atractivo. Sin embargo, cuando se conocen sus propiedades, entonces sí, la cosa cambia. ¿Habías oído hablar acerca del MCT? Esto es todo lo que debes saber sobre él.

¿Qué es el aceite MCT?

Las siglas MCT vienen de «cadena media de triglicéridos» en inglés, y se elabora a partir de aceites de coco y almendra de palma. Son ácidos grasos de origen natural, por lo que se digieren de forma sencilla por nuestro organismo. Este tipo de aceite no viaja a través de nuestro sistema linfático, sino que va directamente al hígado donde es metabolizado como energía. Es decir, aunque actúa como carbohidrato, nunca es almacenado como grasa. Es por esta razón por la que los atletas llevan años consumiéndolo, porque ayuda a mejorar su composición corporal quemando grasas y favoreciendo el desarrollo de los músculos.

¿Qué beneficios tiene el aceite MCT?

Pero esos no son sus únicos beneficios. Se le atribuyen también mejorar la atención, ayudar a la pérdida de peso, estimular el sistema inmunológico y combatir infecciones bacterianas, fúngicas y virales.

Si te preguntas cuál es la diferencia exacta respecto al aceite de coco, ésta está en la cantidad de ácidos grasos de cadena media que presentan. Porque mientras que el aceite de coco está compuesto por ellos en un 60%, el MCT lo está en un 100%. Tampoco tiene sabor, y aunque algunos se comercializan aromatizados, no presentan en absoluto el característico gusto del aceite de coco. Este último, en cambio, tiene numerosas propiedades cosméticas de las que no disfruta el aceite MCT.

¿Cómo se consume el aceite MCT?

Aunque parezca extraño, en Estados Unidos la forma más común de consumirlo es con el café. No obstante, se puede añadir a cualquier batido o bebida ingerida a primera hora del día para así disfrutar de un aporte extra de energía. También se emplea como condimento en ensaladas o para ligar salsas, y se puede cocinar con él pero siempre por debajo de los 160º.




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