Mima tus pies en otoño

El cambio de estación y la caída de temperaturas nos obliga a cambiar de calzado y usar zapatos y botas. Desde el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (Copoma), han elaborado unos consejos básicos para mantener la salud de nuestros pies:

Es conveniente revisar posibles rozaduras o ampollas que puedan salir en nuestros pies. El abuso de calzado demasiado plano o de poca sujeción típicos del verano, como las chanclas, puede habernos causado algún que otro malestar. Una de las patologías más frecuentes es la onicomicosis, es decir, la infección fúngica en las uñas causada por un hongo.

De la suela plana al zapato de tacón

El cambio de calzado también puede provocar ciertas alteraciones en nuestros pies que debemos evitar. Por ejemplo, pasar de suelas completamente planas a zapatos con más tacón puede forzar en exceso algunos músculos y, en consecuencia, causar dolores musculares o incluso modificar nuestra pisada.

Permanecer un tiempo excesivo de pie o sentados durante toda nuestra jornada laboral también puede afectar a las piernas y a los pies. En el Colegio de Podólogos de Madrid aconsejan mantener siempre unas rutinas diarias de higiene y de hidratación.


¿Y los parques? Los básicos del cole

En el caso de los niños, sus zapatos deben favorecer su correcto desarrollo y permitir la libertad de sus movimientos. Los podólogos de Copoma aclaran que debemos evitar que nuestros hijos hereden zapatos, ya que la pisada de cada uno es diferente y puede alterar su forma de caminar y provocar inestabilidades. No comprar calzado más grande para que dure más tiempo, pues puede hacer que sus músculos se fuercen en exceso, afectando a su forma de caminar. El calzado de los peques debe ser de materiales naturales; con la suela lo suficientemente gruesa y plana. Además, flexible y antideslizante y con una buena sujeción base de cordones o velcro para un buen agarre.

Máxima hidratación: masajes y pies en alto

Los expertos recomiendan unos cuidados específicos que pasan por lavar los pies a diario prestando gran atención al secado; y utilizar exclusivamente calcetines de fibras naturales. También son beneficiosos otros ejercicios como masajear suavemente los pies o mantenerlos en alto durante algunos minutos, siempre al final del día, para que puedan descansar.


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