Kiko Matamoros preocupa tras una gran caída en su show de drag

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    Kiko Matamoros ha sido una de las estrellas invitadas en esta segunda gala de ‘Mediafest Night Fever’ y lo ha hecho por todo lo alto haciendo disfrutar a todos con un show de drag queen de la mano de Drag Pandora. El colaborador puso muchos remilgos en los primeros ensayos donde parecía no estar muy contento con el atuendo que ha tenido que llevar en la gala para poder hacer un espectáculo que no ha pasado desapercibido para nadie. Ahora se llama Kika Brona y es que su show ha sido tal que ha quedado remarcado en la retina de todos los que han tenido el privilegio de verlo en directo.

    Con un vestido de lentejuelas (con muy poca tela a pesar de sus quejas) que dejaba ver el tonificado cuerpo del colaborador, el cual ha mostrado en varias ocasiones en su Instagram después de sus cargadas sesiones de gimnasio, y un enorme tocado, Kiko Matamoros salía al escenario. Pero había un detalle que no controlaba del todo: las plataformas.

    Como buena drag, Kiko se subía sobre unas altísimas plataformas que le costaba controlar puesto que era la primera vez que se calzaba algo con tacón. «Yo estoy como pez en el agua», aseguraba Kiko desde los vestuarios donde confesaba que «voy a aportar un elemento de patosidad», algo que para nada se veía en el número en el que, a pesar de no moverse del sitio por temor a tropezar, Kiko demostraba estar encantado en el escenario haciendo las delicias de todos.

    Una vez terminado el show, Jorge Javier le pedía que diera la vuelta para mostrar todo el look a lo que él se negaba: «No que me caigo, yo solo voy ya en una dirección», aunque terminaba cediendo y con la ayuda de su madrina conseguía girarse por completo para mostrar las plumas de su culo. Tras ello bajaba del escenario y, tras salvar lo más complicado, los escalones, tropezaba entre bambalinas con los cables y terminaba cayendo de lado.

    «Estoy bien», tranquilizaba Kiko a quien le quitaban las botas para poder levantarse; «es que llevamos una racha…», decía Lydia Lozano que se acercaba a ver a su compañero; «yo estoy bien, al próximo le toca una buena», bromeaba.

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