La fundadora de Sézane lanza su nueva firma de decoración
Sézane es, sin duda, una de las marcas que mejor encarna el chic francés a la hora de vestir en el día a día. Detrás de ella está Morgane Sézalory, una emprendedora que comenzó vendiendo pequeños tesoros vintage en Ebay, apostando por la moda de segunda mano, y que ahora está al frente de una de las marcas francesas de moda pronta más relevantes.
La web en la que vendía aquellas prendas se llamaba Les Camposantes y ha inspirado su nueva aventura empresarial: una marca de decoración en la que se combinan las piezas vintage con diseños propios y con la que da rienda suelta a su otra gran pasión, el interiorismo.
La primera colección acaba de salir a la venta en los grandes almacenes Le Bon Marché (llegará el 14 de mayo a la web de Sézane) y es, sin duda, un sueño cumplido para su creadora, con quien hablamos con motivo de este lanzamiento. «Para mí Les Composantes es volver a los inicios… Es el origen de Sézane y el reflejo de mi amor por los objetos del pasado, por lo artesanal… por lo que se transmite», nos cuenta desde París.
«El arte de componer, de tomarse el tiempo de contemplar y mezclar los objetos encontrados de ayer y hoy» es lo que define a Les Composantes en palabras de su creadora, que nos detalle qué van a encontrar en esta firma deco todas aquellas fans de Sézane: «Una mezcla de objetos para crear un interior único, dónde se entrelazan objetos de ahora como la selección de lámparas, y del pasado como el vestidor o los cojines».
Pocos dudan del éxito de esta nueva aventura empresarial de Sézalory, que se asienta en tres pilares. En el estudio parisino de Les Composantes se diseña una selección única de lámparas, artículos para el hogar, velas, cojines, edredones, jarrones y artículos de papelería que se fabrican en Europa. Además, la marca cuenta con una cuidada selección de muebles vintage, jarras italianas antiguas y cojines en ediciones limitadas. Y a esto se suma las colaboraciones especiales con artistas, que se estrenan con las esculturas de Guénolée Courcoux y las cerámicas de Florence Girod.
Las lámparas de esta primera colección, en tonos como el mostaza, el verde y el rosa, no dejan indiferente. Para Morgane, las «bonitas piezas de iluminación y los espejos para reforzar la luminosidad de todo» son las piezas indispensables que definen el espíritu de una casa, por eso no han faltado en este nacimiento de la marca.
Si pudiera mirar atrás, Morgane Sézalory tiene claro qué consejo daría a aquella entusiasta y joven emprendedora: «Que haga caso a su instinto… siempre ha funcionado». Y aunque han pasado diez años y un largo camino en el que ha conseguido consolidar su empresa como una referencia del mundo de la moda, aún queda mucho de aquella mujer soñadora dispuesta a mostrar su talento y creatividad.
La mejor prueba de ello es esta marca de decoración que promete hacerse hueco en las casas más estilosas con esa colección de tesoros pasados y actuales dispuestos a llevar el arte de vivir francés a todos los hogares.
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