Las mujeres que cambiaron la historia del arte contemporáneo

Ahora y más que nunca, nos gusta saber y conocer los nombres y las gestas de grandes mujeres visionarias y adelantadas a su tiempo, sin embargo, no hace falta mirar mucho más lejos para (re)descubrir grandes nombres. ¿Sabías que los grandes museos y los grandes artistas contemporáneos del s.XX se dieron a conocer por mujeres?

Desde 1929 hasta 1939 en Nueva York, una de las indudables capitales del mundo, nacieron cuatro de los museos más icónicos del arte contemporáneo. El MoMA o Museum of Modern Art, el Whitney, el Solomon R. Guggeheim y The Frick Collection, entre otros. Sin embargo, no solo estos grandes espacios vieron la luz a costa de la contribución de hombres, muchos museos y galerías brotaron gracias al esfuerzo de mujeres (hasta ahora) casi anónimas para el gran público.

Lillie P. Bliss (1864-1931) Co-fundadora del MoMA en 1929

Lillie P. Bliss fue la hija de un mercante textil de Boston y nunca cumplió con ninguna de las expectativas que se tenía sobre las mujeres de finales del s.XIX. Nunca se casó, tenía su propia limusina Pierce Arrow y era una apasionada del arte. Bliss fue una de las primeras grandes coleccionistas de arte en Nueva York, tenía piezas de Cézanne, Daumier, Redon, Seurat, Gauguin, Modigliani, Monet y su colección sentó las bases de las colecciones públicas de Estados Unidos.

En noviembre del año 1929, con 65 años, junto a dos amigas, Abby Aldrich Rockefeller y Mary Quinn Sullivan –ambas coleccionistas incipientes– quedaron para comer y discutir sobre la creación y apertura de un museo público dedicado al arte contemporáneo, que, por aquél entonces, todavía no existía en Nueva York. A finales de ese año, el Museum of Modern Art (MoMA) se situaría en la Quinta Avenida de Nueva York. Así, Bliss pasó los últimos años de su vida organizando y guiando el museo, además, donó 150 obras de su colección personal a la nueva institución.


Su gusto visionario y rebelde también ayudó a sentar crear un nuevo espacio para los jóvenes artistas en Estados Unidos. Cuando los críticos americanos no entendieron las creaciones de nuevos artistas como Matisse o Duchamp en 1913 Armory Show, ella se atrevió a comprar sus primeras obras de arte. Tres de Renoir y ocho de Redon.

Justo antes de fallecer en 1931, compró un apartamento únicamente para mostrar su colección de arte. La Lavandera de Daumier (c.1863), Pinos y Rocas (No.9) (c.1897), cuadros de Toulouse-Lautrec, Pissarro, grabados sobre madera de Gauguin y grabados de Picasso decoraban el salón, pasillos y entradas.

Abby Aldrich Rockefeller (1874-1948) Co-fundadora del MoMA en 1929

A comienzos de 1.900, el Metropolitan Museum of Art (MET) no aceptaba donaciones de obras de arte contemporáneo. Abby Aldrich Rockefeller comenzó a coleccionar arte en 1925 y era muy reacia a esta idea tan conservadora. De hecho, en 1929 el MET rechazó una donación con obras de arte contemporáneas. Ella creía que artistas radicales jóvenes como Matisse, Diego Rivera y Georgia O’Keeffe deberías ser patrocinados y tener una plataforma pública.

Abby, una chica joven de sociedad de Providence, Rhode Island, se casó con John D. Rockefeller, Jr. (hijo de John D. Rockefeller). Tan pronto como llegó a Nueva York, se ganó la reputación de ser una gran filántropa, sin embargo, las causas que decidió apoyar como el avance de las mujeres en el arte, eran poco convencionales para la época. Aunque sus gustos y su visión fueron cuestionadas por su marido y su círculo, ella siguió fiel a ella misma hasta su muerte.

Abby desarrolló su pasión por el arte vanguardista y contemporáneo durante una visita a Europa durante su juventud. Cuando volvió a Nueva York, retomó su pasión y siguió rodeándose de arte y artistas. Cenaba con Matisse, se hizo amiga de bohemios como Marguerite Zorach e invitó a Rivera para que realizara el polémico mural en el edificio Rockefeller Center de su marido –mural que fue destruido en 1934 por haber incluido el retrato de Lenin–.

Aunque todo esto es loable, su gran aportación viene con la co-fundación del MoMA junto a Bliss y Sullivan. Ella convenció a su marido para que cediese un espacio para que fuese un jardín con esculturas. Además, donó 181 obras al museo como Seurat o Van Gogh, así como al MET y a The Cloisters.

Mary Quinn Sullivan (1877-1939) Co-fundadora del MoMA en 1929

Mary Quinn Sullivan comenzó su edad adulta como artista y profesora de arte, además de rodearse de mujeres pioneras. Durante un corto periodo de tiempo, compartió habitación con la artista y sufragista Katherine Dreier y sus distintas casas de Nueva York se convirtieron en lugares importantes e intensos que apoyaban el arte. Tras estudiar en Pratt, dejó los estudios para irse a Europa y ser autodidacta en temas como estrategia de arte y terminó enamorada de movimientos europeos contemporáneos como el Impresionismo o el Post-Impresionismo.

Esta excursión sirvió como incentivo para sus hábitos en el tema del coleccionismo. Tras volver a Nueva York, compró sus primeras obras de arte (como Bliss) en 1913 Armory Show. Después, junto a su marido Cornelius Sullivan, abogado y coleccionista de libros, adquirió obras de Cézanne, Van Gogh, Toulouse-Lautrec, Gauguin, Picasso, Derain y Modigliani entre otros.

Cuando Sullivan unió fuerzas con Bliss y Aldrich Rockefeller y crearon el MoMA en 1929, se encargó del lado educacional del museo, así sentó las bases del lado institucional. Fue administradora/consejera del museo hasta 1933 y, un año después, abrió una galería de arte que mostraba el trabajo de artistas europeos y americanos como Chaim Soutine. Después, Sullivan contrató a Betty Parsons, que fundaría, después, la legendaria galería New York.

Florine Stettheimer (1871–1944) Anfitriona de un salón que acogía a artistas y escritores vanguardistas

Florine Stettheimer era una pintora que, gracias a su salón y su parque Bryant Park, promovió y ayudó a que el arte de la era del Jazz, tuviese frutos. Una de las pinturas que mejor representa la escena carnivalesca es el cuadro Studio Party (1917-1919). En esta pintura se pueden ver los muebles sobre el fondo rosa y a Stetteheimer, su hermana y compañera en el salón, Ettie, el escultor Gaston Lachaise y su mujer y musa Isabel. El pintor cubista Albert Gleizes, el compositor Avery Hopwood, el crítico Leo Stein y el poeta hindú Sankar también aparecen retratados.


Otros visitantes habituales de sus reuniones del salón, que Stetteheimer decoraba con papeles tornasolados y flores, eran Georgia O´Keefe, Alfred Stieglitz, Carl Van Vechten y Marcel Duchamp. Estas visitas imitaban la dinámica de los salones contemporáneos de París por lo que era mucho más fácil y ambiente distendido que promovía el arte y la creatividad entre artistas de todos los ámbitos.

Gerture Vanderbilt Whitney (1875-1942) Fundadora del museo Whitney en 1930

Al contrario que el resto de sus compañeras mecenas de arte, Gertrude Vanderbilt Whitney se centró en el arte americano más que en el europeo. Mientras estudió escultura en París (de hecho, una vez fue criticada por Auguste Rodin), estableció su estudio en el Greenwich Village de Nueva York. En este espacio realizaba esculturas de soldados, figuras mitológicos y creó, también, esculturas grandes que después serían usadas en dominios públicos. Después, convertiría este espacio en el Whitney Museum of American Art.

El estudio de Whitney se convirtió en su segunda casa, allí, pasaba horas con sus amigos y realizando sus esculturas. Su marido, Harry Payne Whitney no tomaba en serio su trabajo, de hecho, se negó a colgar en su salón el retrato que le hizo Robert Henri a Greturde en pantalones porque, para Harry, era indecoroso. Por eso ella se lo llevó a su estudio.

El espacio también pasó a ser un lugar de referencia para jóvenes artistas que se sentían atraídos por espíritus libres, gustos aventureros y, sobre todo, por las fiestas. En el año 1914 convirtió los apartamentos que rodeaban su estudio en el Whitney Studio, donde exponía la obra de jóvenes talentos. En todo este proceso, coleccionó más de 500 piezas de arte americano, incluyendo trabajos de gente desconocida como John Sloan, Edward Hopper y Joseph Stella.

En el año 1929 ofreció una suma millonaria de dinero, además de todas sus obras, al museo MET, ellos lo rechazaron así que ella decidió convertir el Whitney Studio en una institución sin precedentes: un espacio enfocado únicamente al arte emergente americano. Así, en el año 1931 nació el Whitney Museum of American Art.

Grace Nail Johnson (1885-1976) Patrocinadora y mentora de Harlem Renaissance Artists

Grace Nail Johnson era conocida como la gran dama de Harlem. Se ganó ese título a base de mucho esfuerzo y trabajo. Gracias a su pasión y apoyo incondicional a las artes y las causas como los Derechos Civiles o el Movimiento Sufragista Femenino. La casa que compartía con su marido, el poeta, escritor y activista James Weldon Johnson, se convirtió en un santuario para escritores, poetas y músicos del movimiento Harlem Renaissance.

Era el único miembro de raza negra de Heterodoxy, un club feminista de debate de la zona Greenwich, además de demostrar su pasión y compromiso por los derechos de las mujeres en la comunidad negra. Fundó NAACP Junior League en 1929 y en 1941 hizo un viaje a la Casa Blanca para discutir sobre temas raciales con Eleanor Roosevelt.


Su lucha por la igualdad de derechos también se extendió al arte. Tras fallecer su marido, ella y el fotógrafo Carl Van Vechten crearon James Weldon Johnson Memorial Collection of American Negro Arts and Letters, ahora conocido como James Weldon Johnson Memorial Collection, en la universidad de Yale. Esta colección es el único archivo/colección que se ha encargado de preservar el arte hecho por personas de raza negra. Además, muchos museos/galerías de la época ignoraron este colectivo, por lo que esta colección es la que más documentos conserva del Harlem Renaissance.

Helen Clay Frick (1888-1984) Creadora de la colección Frick en 1935

Con 31 años, Helen Clay Frick heredó 38 millones de dólares y, después, pasó a ser la mujer más rica de Estados Unidos. Cuando cumplió 21 años ya había catalogado todos los cuadros de su padre que incluía obras de gente como Turner, Constable, Gainsborough o Vermeer.

Frick fue conocida por ser una mujer independiente y ambiciosa. Nunca se casó y, al fallecer su padre, se encargó de que la colección de cuadros se convirtiera en un museo público. En el año 1935 nació The Frick Collection, situada en una mansión de la familia en la Quinta Avenida. Frick estaba empeñada en que la colección creciese y siempre adquiría nuevas obras, así, aconsejaba a los administradores de la colección y compraron piezas de Pierdo della Francesca, Duccio, Goya, Monet, Ingres o Rembrandt.

Además de la colección, Frick dejó a la ciudad la biblioteca Frick Art Reference Library. En un primer momento se situaba en la bolera subterránea de su mansión, sin embargo, se trasladó a la calle 71 y abrió en 1924. La biblioteca contiene más de 228 mil libros y cuenta con una vasta colección de documentación y arte americano y europeo desde el s.IV hasta la mitad del s.XX.

Hilla Rebay (1890-1967) Co-fundadora del Museo de Pintura No-Objetiva en 1939, después nombrado como Solomon R. Guggenheim

Hilla Rebay nació baronesa en una familia aristocrática de Alsacia, Alemania. Su padre tenía muy claro que no quería ningún artista en la familia y que quería para ella que se casara con un marido rico y nada más. Sin embargo, ella nunca se casó, se mudó a Estados Unidos e inspiró y promovió el nacimiento del museo Solomon R. Guggeheim y, además, fue su primera directora, ayudando a promover el arte abstracto.

Estudió en distintas escuelas de arte de Europa (de hecho, el Guggenheim tiene un cuadro pintado por ella con catorce años) y recogió muchas influencias e ideas del movimiento Der Blaue Reiter. Su pasión por el arte abstracto se vio acrecentado por amistades con gente como Sophie Taeuber-Arp y Jean Arp, que le mostró el trabajo y la teoría de Kandinsky.

Se mudó a Nueva York en 1927 con una idea, la de fundar un museo/templo en el que el público pudiera ver arte abstracto. En 1928 conoció a Solomon R. Guggenheim y, a través de un contacto de Rebay, ella, Solomon y su mujer conocieron a Kandinsky durante un viaje a Europa. Ahí Solomon compró el cuadro Composition 8 de 1923. Esta primera compra supuso el germen para lo que vendría después. En 1924 fundaron el Museum of Non-Objective Painting en la calle 54 de Manhanttan en el que Rebay fue la directora. Durante su primera etapa, el museo exponía obras de Calder, Klee o Mondrian con incienso y música de Bach y Beethoven de fondo. Cuando este espacio se quedó pequeño, Rebay y Guggenheim encargaron el nuevo espacio a Frank Lloyd Wright, que materializa los ideales que tenía Rebray sobre el arte abstracto.

Peggy Guggenheim (1898 – 1979) Fundadora de la galería Art of This Century en 1942

Quizá la más mediática de todo el grupo, era la sobrina de Solomon R. Guggenheim y, desde joven, fue conocida por sus gustos excéntricos y sus amistades bohemias. Nació en una familia que, desde el s.XIX, tenía una gran fortuna. Desde joven comenzó a viajar y a comprar arte contemporáneo, así, tuvo amistad con artistas como Marcel Duchamp, Constantin Brancusi y el novelista Djuna Barnes a principios de los años 20 en París. Cuando se mudó a Londres, se apasionó con el trabajo de Salvador Dalí, Georges Braque, Piet Mondrian, Francis Picabia y su colección creció de forma desmesurada. En su biografía Out of This Century escribió Mi lema era, compra una obra al día y viví para ello.

Debido a la II Guerra Mundial, ella y su colección –con la ayuda de su amante Max Ernst– se mudaron a Nueva York a principios de los años 40. En 1942 se sentía decepcionada con los museos de Estados Unidos –describió el museo de su tío, por aquél entonces el Museum of Non-Objective Painting, como una broma– así que creó Art of this Century. Esta galería mostró obras de la colección de Peggy así también como cuadros de movimientos como el Surrealismo, el Dadaísmo y el Cubismo.


En 1943, Jackson Pollock tuvo su primera exposición en solitario, además, estaba muy comprometida con la obra de artistas femeninas contemporáneas, cosa extraña para la época. Ella fue una de las primeras galeristas en exponer trabajos de Leonora Carrington, Frida Kahlo, Louise Bourgeois e, incluso, llegó a montar dos exposiciones con obras de mujeres y doce exposiciones en solitario de artistas femeninas.

Durante los cinco años de existencia de la galería, Guggenheim estableció el modelo para galerías comerciales e instituciones interesadas en el arte experimental. Cuando cerró en 1947, volvió a Europa con toda su colección y abrió Peggy Guggenheim Collection, una exposición pública situada en un palacio veneciano del s.XVIII. Allí vivió rodeada de sus obras de arte y sus catorce perros.

Betty Parsons (1900 – 1982) Fundadora de la galería Betty Parsons en 1946

Parsons conoció el mundo del arte con trece años, cuando visitó 1913 Armory Show. Gracias a esto decidió dedicar su vida al arte, primero como una artista y, después como una famosa galerista. En 1946 abrió la galería con el mismo nombre y demostró personalidad y visión al mostrar obras de artistas del Expresionismo Abstracto. Muchas personas consideraban sus gustos excéntricos y sin sentido, pero ella fue fiel a su instinto.

Fecha original del artículo: 2017.




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