Street style de Copenhague: los mejores looks y tendencias

Desde hace años, estoy absolutamente obsesionada con la semana de la moda de Copenhague y, como yo, conozco un puñado de diseñadores, ilustradoras o influencers y, en definitiva, apasionados de la moda que sienten lo mismo. Y no es para menos. En tiempo récord Copenhague ha convertido su semana de la moda en toda una referencia internacional. Poniendo el foco en la sostenibilidad, la diversidad y en sus jóvenes firmas, ha sabido rellenar un hueco que el consolidado big four de la industria había dejado a su paso. Ya nos lo contaba Gitte Wetter, directora creativa de Samsøe Samsøe, justificando el auge de esta cita, que para ella es una de las semanas de la moda más democráticas e innovadoras que existen.

Las firmas danesas resuenan ahora con fuerza en todo el mundo, pero también lo hacen los nombres de sus asistentes y, es que, el street style de Copenhague ha desempeñado un papel fundamental en la internacionalización de su pasarela. De hecho, no es descabellado decir que las danesas se han convertido en las nuevas francesas o, lo que es lo mismo, en las referentes de estilo hacia las que mira medio mundo en busca de inspiración.

En esta nueva edición de CPHFW no iba a ser menos y el street style vuelve a demostrar que es una inagotable fuente de inspiración. Además de los sobresalientes estilismos que merece la pena replicar, las expertas en moda escandinavas ya han adoptado las que serán las tendencias que veremos sin cesar durante los próximos meses del año, como el color rosa más brillante, las faldas de tablas o la inspiración corsetera. Toma nota de todas estas prendas, colores y accesorios y de cómo combinarlas:

El efecto cuero o el látex granate ya se elevaba como tendencia desde que Versace apostaba fuerte por él sobre una pasarela marcada por la estética dominatrix. Ahora, las fashionistas nórdicas confirman que será una de las tendencias más destacadas del invierno.

Si hay color que promete desmarcarse del resto la próxima temporada ese es el rosa más brillante, amparado por firmas como Valentino. ¿La mejor forma de llevarlo? En clave total look o en contraste con azules y naranjas.

Los tops y vestidos corseteros se alzan como una de las tendencias otoñales más remarcables de todas.

El color ensalzado por Bottega Veneta y que esta temporada también adopta Chanel seguirá siendo uno de los tonos a tener en cuenta este año.

Las camisetas de tirantes básicas pasan del fondo al frente del armario alzándose como auténtica tendencia.

Estas atrevidas chaquetas saltaron a la palestra de la mano de Jacquemus y, ahora, siguen en lo más alto, tal y como auguran las expertas en moda danesas.

El chaleco sastre se ha convertido en la pieza estrella del año, utilizada tanto en entretiempo como en verano.

La corriente iniciada por la microfalda de Miu Miu prosigue este otoño con un acento preppy y dosmilero. Hazte con una en color beige y combínala con bombers.

Las prendas con aberturas cada vez se vuelven más complejas y arriesgadas. Este invierno tampoco faltarán.

Para amantes del minimalismo, los vestidos de punto en tonos lisos son una apuesta asegurada.

El diseño que hemos visto sin cesar este verano seguirá en otoño. Eso sí, el vestido red de la próxima temporada será enjoyado.

La moda sigue obsesionada por enseñar abdomen, bien sea a través del regreso de las faldas y pantalones de tiro bajo como de los cropped tops.

Todo lo que tenga que ver con los años 2000 es tendencia. De ahí que acuciante tendencia ponga el foco en el tiro bajo o en el denim extremo.

Los llamados pantalones de paracaídas siguen en auge, así lo demuestra Emili Sindlev con unos en color lila.

Las botas más sencillas, cómodas y fáciles de combinar serán todo un imprescindible esta temporada.

Vistas y alzadas en Prada, las faldas mini con cola también se convierten en una de las prendas fetiche de las expertas.

La pasión por la sastrería no decae este año, de nuevo, se lleva en clave masculina y oversized.

La fiebre por las prendas cómodas y holgadas seguirá esta temporada, en contraposición con las tendencias más reveladoras y ajustadas.

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