‘Amar es para siempre’, resumen de los capítulos 2600-2604: Una última llamada

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    En Amar es para siempre, Jesús volvió a la academia de policía y todo parecía haberse calmado, pero Luján comenzó a temer por su vida tras las advertencias de Sevilla. Mientras tanto, Jorge hizo las paces con Turbinas y Carballo rechazó el intento de Concha por hacerle parte de su familia. Días más tarde, Jorge se topó con su pasado más doloroso y Luján recibió una amarga llamada de Jesús… La última. Pues, horas más tarde, el chico apareció ahorcado en su habitación.

    Quintero y Cristina estaban a punto de volver a enfrentarse a raíz de la desaparición de Marcial Costa. Cristina dudó de la versión de Alberto con respecto a Marcial, pues no creía que se llevara dinero de la empresa y después huyera. De repente, aparecieron unas cartas en la taquilla del desaparecido de una supuesta amante y todo se complicó aún más. A su vez, Benigna seguía su incansable búsqueda del amor ypuso su futuro sentimental en manos de una tarotista. Los amigos de Benigna intentaron hacer algo para quitarle la obsesión de encontrar el novio perfecto en su entorno, pero fracasaron.

    Sabino, el padre de Hugo llega a la Plaza de los frutos

    Por otro lado, Rocío regresó a la farmacia, pero la relación con Hugo seguía siendo tensa. Así pues, los problemas en el negocio crecieron y la aparición de un misterioso electricista de nombre Sabino pareció empeorarlo todo. Hugo conectó muy bien con el desconocido. Sin embargo, todo se vino abajo cuando el recién llegado confesó ser el padre del muchacho. Sabino le pidió a Rocío que le guardase el secreto hasta que se sintiera preparado para contárselo a Hugo.

    Andrea recibió una tentadora oferta laboral de gran envergadura, pero descubrió que había sido gracias a la mediación de Alberto. Nieves intentó convencer a su hija para que aprovechase la oportunidad que le había conseguido su marido y Andrea, finalmente, aceptó hacer los uniformes de los Hoteles Continental. Además, firmó algunos documentos de la empresa que había constituido Alberto para ella sin examinarlos. Por su parte, Pelayo pagó con dolor el sobreesfuerzo que hizo en el bar y tuvo que guardar reposo por un ataque de ciática.

    En el barrio, las repercusiones tras la muerte de Jesús no tardaron en hacerse presentes. Luján tenía la seguridad de que no se suicidó, sino que lo mataron, al mismo tiempo que Carballo le echó en cara al comisario la defunción de su hijo. Entretanto, Andrea descubrió que su marido le había engañado con el contrato. Y Alberto se enteró de las razones que llevaron a Ricardo a Miami.



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