‘El paraíso de las señoras’, avance del capítulo 3 de la temporada 2 en TVE: Viento en popa

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        En los capítulos de la semana pasada de El paraíso de las señoras descubrimos que, a pesar de sentirse atraído por Teresa, Pietro inició un relación con Andreina para evitar que Mandelli atentase contra él y contra la empresa. En el capítulo 3 de la temporada 2 de hoy jueves El paraíso de las señoras, Pietro acepta iniciar las entregas a domicilio ideadas por Roberto y Elsa para tratar de reactivar la economía del gran almacén, ahora que parece haberse librado del acoso y derribo de Mandello. Pero primero quiere organizar una ceremonia conmemorativa del desastre de Marcinelle, del que Domenico es superviviente. Este recibirá una medalla al valor civil por toda la ciudad. Mientras tanto, Vittorio se instala en un edificio que no queda muy lejos de El paraíso de las señoras, en un intento de seguir adelante con su vida.

        Vittorio le muestra a Teresa su nuevo estudio, donde, finalmente, podrá dar rienda suelta a su creatividad. La chica le confía su deseo de convertirse en estilista y abrir su propia tienda y, también, le revela que está comprometida con Pietro. «No quiero que haya malos entendidos entre nosotros», le diceVittorio, dejándole, visiblemente, decepcionado. El hombre rompe a llorar cuando se queda solo en su apartamento.

        Rose trata de engañar y manipular a Teresa

        A su vez, Andreina conoce a Poggi, el abogado de Nelson Rockefeller, quien le pone al tanto de los planes de su padre: abrir unos grandes almacenes cerca de los de su gran enemigo, Pietro. Un tema del que Rose está al tanto y del que pretende prevenir a su exesposo, quien, de momento, opta por no darle mayor importancia a la noticia.

        Por otro lado,Teresa va a casa de Rose a entregar un vestido; la mujer engaña y manipula a Teresa diciéndole una serie de mentiras sobre ella, Frank y Pietro. Mientras pasea con Pietro, Teresa encuentra sorpresivamente a sus padres, a quienes justifica la presencia del hombre como un gesto de caballerosidad: «Quiso acompañarme hasta casa».


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