La escena de la almohada deja traumatizados a los espectadores de ‘Obsesión’ en Netflix
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Nunca volverás a mirar las almohadas de hotel de la misma manera después de Obsesión, de Netflix. Basada en la novela Damage de Josephine Hart, esta seductora serie de cuatro capítulos cuenta la historia de una joven, Anna (Charlie Murphy), que se embarca en una pervertida aventura con el padre de su prometido, William (Richard Armitage).
En el segundo episodio, William sigue a Anna a París para tener unas citas rápidas mientras ella está de vacaciones con su hijo. La obsesión por Anna va en aumento y, cuando la pareja abandona el hotel, William se instala en la misma habitación. Como un perro sabueso, William destroza la cama, olfateando todas las almohadas, una de las cuales, un cojín decorativo azul, consigue satisfacer sus deseos. Tras acariciar emocionado la almohada, aprieta la cara contra ella y se masturba.
‘Obsesión’: la escena más caliente de la serie
Esta escena de la serie de Netflix dejó a los espectadores pensando «WTF?» y expresando que han quedado «traumatizados» por el comportamiento desquiciado del hombre. Un espectador tuiteó: «Esa escena de la almohada en Obsesión en Netflix fue exactamente lo que necesitaba para apagar mi portátil y no volver a ver esta serie«.
Otro escribió: «No, porque Obsesión en Netflix no es real, como si este tipo realmente volara a París para tener un polvo de 10 segundos con la novia de su hijo? Luego reserva la misma habitación que tenían después de irse y se tira a la almohada que huele como ella mientras llora.»
Armitage, que también tiene un desnudo integral, ha comentado la escena de la almohada erótica, revelando que se improvisó porque el plan original se vino abajo. «Había un pañuelo con la huella de su pintalabios en el que no creímos que funcionara«, dijo a Metro en una entrevista.
«Yo era muy consciente de que no debía ser de ninguna manera cómica, así que lo dejamos bastante abierto y fue un poco improvisación«, continuó Armitage. La coordinadora de intimidad de la producción, Adelaide Waldrop, también ofreció su opinión en una entrevista con Cosmopolitan. «El rodaje de esa escena estaba bastante avanzado en nuestro calendario de producción. Richard se sintió lo bastante cómodo con el plató cerrado y el proceso como para comprometerse a fondo con esta escena sensual, pero también grotesca, trágica y dolorosa. Es un momento increíble de narración de la obsesión que experimenta su personaje«, afirma.
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