‘La tempestad’, resumen de los capítulos 77 al 82 de esta semana: Un padre desesperado
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El pasado mes de enero arrancó la reemisión de la telenovela La tempestad en Divinity. En los capítulos de la semana pasada vimos cómo Damián y Marina se reconciliaron para disgusto de Hernán, que ya maquinó nuevas formas para separar a la pareja. En los capítulos 77 al 82 de esta semana en La tempestad, Hernán logró dar con Marina en Ciudad de México. Resultó que la joven se estaba hospedando en casa de doña Mercedes. El hombre aprovechó su oportunidad y le pidió que regresase con él. Ella no solo se negó, sino que le pidió que respetase su espacio y dejase de acosarla. Al empresario no le quedó más remedio que aceptar ser solo el amigo de su gran obsesión. Esa misma noche, Hernán invitó a Marina a cenar en un restaurante. Macario les hizo fotos infraganti, sin que la chica se enterase y luego las mandó a varios medios de comunicación.
Por su parte, Ernesto, más recuperado de sus heridas,se enteró de que Hernán le estaba traicionando y que estaba interesado en Marina, una de sus enemigas. Es entonces cuando el empresario juró vengarse de su socio y hacerle pagar por el doble juego que estaba practicando. Mientras, Hernán, ajeno al plan del villano convocó una junta de la organización para nombrar a un nuevo jefe. Por supuesto, él salió elegido.
Lázaro y Lucía pasaron su primeros días de casados
Por otro lado, Damián estaba feliz con el que creía que ra hijo ahora que había dado con su paradero y estaba a su lado. Sin embargo, todo cambia cuando el bebé comenzó a padecer unas fiebres muy altas, debido a las malas condiciones en las que ambos vivían. Marina acudió en ayuda de Fabré, pero Esthercita se opuso a que se metiera en sus vidas de nuevo. Por suerte, todo quedó en un susto y Esthercita, la mañana de después, pudo llevar al pequeño ante Delfina y Fulgencio, quienes se alegraro de conocer por fin a su nieto.
Lejos de allí, Lázaro y Lucía disfrutaban de su vida de casados, aunque esta última sufrió las humillaciones de Rosario, quien le obligó a limpiar la casa y la trataba de forma despectiva y grosera. Mientras tanto, el padre Tomás sufrió un accidente y los doctores comunicaron a sus seres más cercanos, que era muy probable que el cura no sobreviva. Además, Damián recibió una importante oferta de trabajo de Claudio.
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