Contorno de ojos: los errores más comunes al aplicarlo

El contorno de ojos ha sido, es y será una de las principales preocupaciones en lo que a cuestiones beauty se refiere. Y es que, la mirada es la zona en la que surgen los primeros signos de la edad y la que más sufre como reflejo de los efectos de la rutina (principalmente el cansancio), con ojeras y bolsas. Además, la mirada es el espejo del alma y lo que habla de nosotros mismos al que tenemos enfrente. Por eso, no es raro que sea una de las zonas en la que más concentramos nuestros esfuerzos de todos los tipos.

Pero de nada vale cuidar el contorno de ojos mañana, tarde y noche para que no se deshidrate ni un minuto y para ganarle la batalla a las bolsas, o usar el contorno de ojos más caro (a la par que bueno) del mercado si no lo aplicamos como es debido. Algo que ocurre a menudo. Porque aunque parece sencillo, aplicar mal el contorno de ojos es más común de lo que se cree. Laura Romero, Directora de Formación de Guerlain, nos explica cuáles son los principales errores que cometemos y que nos impiden obtener los resultados deseados.

Frotar sin más

Uno de los mayores errores que cometemos es el de aplicar el contorno de ojos como si fuera la crema. Y no podríamos cometer peor error. Según apuntan desde Guerlain, este se aplica «con un pequeño tapeo y hay que realizar después un masaje en el sentido de las agujas del reloj» para que el producto se absorba correctamente y se active la circulación haciendo que la ojera desaparezca.

Aplicarlo solo en la zona ocular

Cuando aplicamos el contorno de ojos solemos hacerlo solo por la ojera, pero no es la única zona que lo necesita. El ceño también debe trabajarse con este producto. Este se extiende con los dedos por las líneas del ceño «deslizándolos de abajo hacia arriba, de la parte interna hacia el exterior de los ojos», apuntan.

Sobre los párpados

Se trata de un error de lo más común porque por inercia, aunque lo apliquemos en la ojera, pero mientras lo esparcimos tendemos a recorrer también el párpado superior. Pero la textura de esta crema no está hecha para esta parte del ojo, deslizándose por ella y pudiendo entrar en el interior.

A ras de las pestañas

El mismo riesgo se corre al aplicar el producto demasiado cerca de las pestañas: «Cada vez que se parpadea, y se hace 10.000 veces al día, las pestañas levantan cantidades microscópicas de producto que podrían irritar los ojos. Hay que guardar una distancia de seguridad de 4 mm», señalan desde la marca.

Maquillarse al momento

Al maquillarnos al momento lo único que hacemos es mezclar la crema de contorno de ojos con el maquillaje, creando una especie de pasta que lo que hace es taponar la piel. Por eso, habrá que esperar unos minutos a que la crema se absorba. Es decir, cuando se vea seca completamente.

Demasiado producto

El problema de que el contorno de ojos sea o no efectivo no está en que apliquemos más contorno de ojos. De hecho, aunque sintamos que al aplicar más nos aseguramos de que funciona sí o sí e incluso más rápido, no solo no lo hace sino que además puede irritar la piel. Por eso, el contorno de ojos que se aplique en cada uno y cada vez debe ser lo equivalente a un guisante.




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