Carmen Borrego, feliz al recoger un premio pero a punto de llorar al preguntarle por su madre, Teresa Campos

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    A Carmen Borrego sólo le hace falta una cosa para estar en uno de los mejores momentos de su vida, y es que la salud de su madre es lo único que le quita el sueño ahora. Tanto en lo personal como en lo profesional puede presumir de haber pasado por un mal trago para ahora estar de lo más feliz: atrás quedaron los ‘malos rollos’ con su sobrina, Alejandra Rubio, y con el resto de su familia, y es que este lunes pudieron presumir de buena relación al recoger Carmen el Premio Naranja de la Peña Primera Plana para reconocerle su buen humor y simpatía de la que siempre hace gala con los medios de comunicación. Sin embargo, durante las preguntas con los reporteros allí congregados, estuvo a punto del llanto al ser preguntada por su madre.

    María Teresa Campos no pasa por su mejor momento de salud desde hace meses, aunque Carmen quiso dejar claro que está «bien». «Poquito a poco. Mi madre va mejor con el cariño de toda su familia. Estamos todos muy unidos en estos momentos. Estamos muy pendientes de ella. Está muy mimada, que es lo que queremos todos, mimarla, que es lo que se merece«, dijo con una gran sonrisa. Sin embargo, se le quebró momentáneamente la voz cuando una reportera le preguntó si María Teresa estaba feliz al saber que su hija recogía su primer premio: «Cómo va a estar una madre. Ya me gustaría a mí que estuviera aquí conmigo… y no me hagas llorar», pedía Carmen ya algo emocionada.


    En la entrega del galardón coincidió con su sobrina, que recibió el Premio Limón, y a ambas les acompañó Terelu Campos y también José Carlos Bernal -pareja de Carmen-, aunque sin duda una de las invitadas más esperadas era Lara Dibildos, quese dejaba ver tras la muerte de su madre, Laura Valenzuela. Precisamente la fallecida presentadora recibía a título póstumo el Premio Mandarina de esta peña, que su hija quiso recoger con mucho agradecimiento por el gran cariño que siempre le han tenido los compañeros de la profesión. Allí, Lara se sinceró con la Prensa: «Es una montaña rusa emocional. Hay días que estás ocupado y lo llevas mejor, otros te relajas y es peor. Hay que tener la mente ocupada y hacer muchas cosas«, dijo.


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